Desde hace más de una década en
museos y centros de arte de todo el mundo ha habido una creciente
preocupación por abrir estas instituciones a los públicos, por
hacerlas más accesibles y conectadas con la comunidad. Desde el
departamento pedagógico, que comenzó a cobrar relevancia en España
sobre todo a partir de los años ochenta, hasta los nuevos
departamentos de actividades culturales, intermediación o difusión,
todos ellos se vuelcan en la búsqueda de acciones que fortalezcan la
transmisión de contenidos a los ciudadanos, proporcionándoles no
solo disfrute, sino también, descubrimiento y aprendizaje.
Black Mirror Festival. Fotografía cortesía Javier Bejarano. |
Si bien es cierto que este camino de
apertura es largo y, en muchos casos, está basado en el ensayo-error
de nuevas estrategias que hagan atractivos los relatos proporcionados
por museos y centros de arte a la comunidad, en el caso de las
actividades complementarias las experiencias de éxito son muy
alentadoras.
Todos estos cambios fueron propuestos
primero desde la teoría museológica en los años 60, y más tarde
desde la práctica en las instituciones más representativas, que han
animado a todas las demás a seguir ese mismo camino.
Hoy por hoy es muy común encontrar
ofertas de actividades de lo más variadas en las instituciones
museísticas. Desde las más habituales como conferencias o mesas
redondas, a las más atrevidas como danza contemporánea en las
propias salas de exposición, teatro, circo, dj's set, y por
supuesto, conciertos.
Los museos más conocidos y visitados
del mundo cuentan con una programación consolidada dedicada a la
música o al arte sonoro. Estas programaciones están prestando
atención y ofreciendo no únicamente obras maestras que podríamos
considerar ya clásicas, además se apuesta firmemente por las
propuestas más actuales e innovadoras, o por músicas que forman
parte del imaginario contemporáneo como el pop o el rock.
El MET de Nueva York, con su programa
Spectrum, ha llevado a cabo diversas iniciativas que tienen como
objetivo atraer a jóvenes audiencias al museo. Mesas redondas o
conciertos que, aprovechando el fenómeno fan, articulan el diálogo
entre artistas y público. Ejemplo de esta iniciativa es el concierto
que la cantante y multiinstrumentalista St Vicent dio en agosto de
2011 en la sala del museo que alberga el Templo de Dendur, donde
lejos de tener que sentirnos cohibidos por las piezas, se pudo
bailar, tomar algo y divertirse, consiguiendo aunar arte y ocio.
También la Tate Modern de Londres ofrece
iniciativas que acercan la música al público. Muestra de ello fue
la actuación de la banda alemana de música electrónica formada en
1970, Kraftwerk, en la que los asistentes pudieron disfrutar en
directo de su disco de 1981 Computer World.
Siguiendo esta tendencia y en total
sintonía con los objetivos de LABoral, desde el Centro de Arte se ha
lanzado un programa de conciertos estable: LABconciertos. Además del
conocido LEV Festival, del que ya os hablé en LABlog y que este año
celebra su novena edición, LABoral ha querido abrirse a diversos
tipos de públicos interesados en las novedades musicales, que este
año más si cabe, encontrarán en el Centro de Arte un lugar
perfecto para reunirse, disfrutar y conocer nuevos talentos.
El día 21 de febrero podréis asistir
en las instalaciones de LABoral al Black Mirror Festival, que nació
en 2013 y este año acoge el Centro de Arte. Organizado por Javier
Bejarano, en él vais a encontrar las últimas tendencias en música
y creación audiovisual que están desarrollándose a nivel
internacional, aunque prestando especial atención a la creación
asturiana.
Black Mirror Festival. Fotografía cortesía Javier Bejarano. |
El Black Mirror Festival es gratuito
por lo que pretende llegar a la mayor cantidad de público posible, haciéndole partícipe de lo que ocurre dentro de la institución,
proporcionándole la oportunidad de disfrutar de propuestas sonoras y
visuales experimentales y de vanguardia que usan la tecnología como
herramienta creativa.
El cartel de este año está formado
por Sara Galán, licenciada en BBAA y violoncellista, que centra su
creación sonora en la experimentación con la improvisación y los
medios digitales; Alfe (A letter For Elise) que combina el noise con
sonidos industriales y el dark ambient; y Elle Belga, dúo formado
por el ex guitarrista y voz de Manta Ray, José Luís García, y Fany
Álvarez que cuentan ya con tres discos de sonidos cálidos, oscuros
y melancólicos donde las voces y la melodía son las protagonistas,
acompañadas de guitarras y samplers.
http://aletterforelise.bandcamp.com/album/four-tapes-collection |
http://www.saragalan.net/ |
http://ellebelga.bandcamp.com/ |
LABoral está apostando por la música
dándole la relevancia que merece dentro del arte y la cultura
contemporánea, e impulsando a los creadores locales. Nosotros como
público, estamos invitados a disfrutar y participar de sus
iniciativas.
También encontráis este artículo en la web de LABoral. En #LABlog.
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