“Al placer de la mirada, la sucesión, la aparente contradicción de
las escuelas, fueron agregando la conciencia de una búsqueda apasionada, de una
recreación del universo frente a la Creación. Después de todo, el museo es uno
de los lugares que dan la más alta idea del hombre.”
André Malraux, El museo imaginario
André Malraux, El museo imaginario
Unmaking The World |
En 1947, André Malraux, escritor francés y más tarde ministro de cultura, nos propone
un concepto diferente de museo. En este museo
imaginario no existe la noción de espacio ni de tiempo. Es transportable
(como un álbum de fotos) y en él se pueden mezclar obras de la antigüedad con
las de artistas noveles, todo curado subjetivamente a través de los gustos y
preferencias del creador.
El museo imaginario, sin saberlo
o quizá teniendo a Malraux en mente,
llegó a su máxima expresión cuando en 1969, el artista Forrest Myers en colaboración con Experiments in Art and Tecnology(E.A.T.) y con los también artistas John Chamberlain, David Novros, Claes Oldenburg, Robert Rauschenberg, y
Andy Warhol, crearon un pequeño chip cerámico en el que reprodujeron seis
diagramas realizados ex profeso por cada uno de ellos, para que la misión espacial
Apolo12 dejará una réplica en la
superficie lunar, y con ello, crear el primer museo en la luna. La primera
cápsula del tiempo artística y extraplanetaria.
Esta fantástica historia,
fantástica en más de un sentido pues no es posible corroborar la veracidad de
este hecho, ha servido de punto de partida para la obra de Karlos Gil “The Moon Museum”
que se expone en LABoral desde el 22 de junio hasta el 22 de septiembre de 2013.
“The Moon Museum” ha sido el proyecto ganador de la beca “DKV
Seguros-Álvarez Margaride”. Con ella, Karlos ha tenido la
oportunidad de llevar a cabo este proyecto en la Plataforma 0 de LABoral durante su estancia de dos meses. De nuevo, gracias a DKV y a LABoral,
se da la oportunidad a jóvenes artistas de producir sus proyectos poniendo a su
disposición los materiales y tecnología necesaria, y mostrando la obra por
primera vez en el Centro de Arte.
Karlos Gil, es un toledano nacido en 1984, que ya posee una gran
trayectoria. Estudió en la School of
Visuals Arts de Nueva York y en las facultades
de Bellas Artes de Madrid y Lisboa. Su trabajo ya ha sido mostrado en
galería y centros de arte tales como el CA2M,
Centro de Arte Dos de Mayo (Móstoles), La
Casa Encendida y Matadero
(Madrid), CCCB (Barcelona), MMOMA, Museo de Arte Contemporáneo
(Moscú), HKW (Berlín) o Centre Pompidou (París).
Karlos concibe su obra como un gran puzzle en el que se mezclan
trozos de historias ya existentes e insertadas en la cultura y el imaginario
colectivo que el espectador tiene que completar. Da lugar a nuevas lecturas,
reflexiones, planteando la posibilidad de repensar, de deconstruir, el arte o
el museo, incluso el concepto tiempo, como generadores de conocimiento, y
posibilita que el espectador cree nuevas historias partiendo de las precedentes
donde la subjetividad propicia la creación, al igual que sucedía en el Museo Imaginario. En palabras del propio
Karlos:
“Abordo la creación artística a través de la selección y reinserción de
múltiples referencias pasadas en una configuración rizomática del ahora,
expandiendo la noción temporal del presente hasta el punto de conquistar y
erradicar cualquier concepción histórica de temporalidad”.
“The Moon Museum” está compuesto de diversos formatos y materiales: neones, locuciones de audio, esculturas, imágenes televisivas, reproducciones del chip cerámico, etc. Todo ello agrupado en seis hitos que nos obligan a deambular por la sala expositiva, elaborando nuestra propia historia sobre lo que fue y lo que hoy puede significar para nosotros el Museo de la Luna, rediseñando mensajes, tejiendo relaciones válidas para nuestra realidad. Estas seis piezas son:
-Untitled (Haunt It, Haunt It
again) [Sin título (Persíguelo, persíguelo de nuevo)], locución
(selección de frases):
“Mira esta imagen, es una imagen del futuro, una hipótesis.
Una imagen autoconsciente”.
“Es un museo artificial, un museo alternativo”.
“1969: entre guerras y revueltas culturales, el mundo se detiene a
admirar como el ser humano camina por la luna”.
“Todo proceso de selección encierra una forma de deseo”.
“Un museo es un medio de captación de intereses sociales. Relaciones
múltiples, y a veces contradictorias, que conectan con el espectador”.
“El arte es un medio privilegiado
de resistencia frente al presente”
- Unmaking the World [Deshaciendo
el mundo], vídeo: reflexión sobre la relación entre percepción y
experiencia. Entre materialidad e inmaterialidad, tomando como referencia
directa el libro de Claude Lévi-Strauss,
El pensamiento salvaje.
- Output Functions [Funciones de
salida], a través de fragmentos de mecanismos orgánicos impresos en 3D
y diseñados a partir de modelos de libre acceso, nos presenta un trabajo que da
soluciones materiales para necesidades inmateriales
- Redundancy (Figuring Future
Figures) [Redundancia (Imaginando figuras futuras)], fragmentos de
neones publicitarios que han sido sacados de su contexto original a la espera
de una nueva lectura.
- Pattern Recognition
[Reconocimiento de patrones], es una serie de tres esculturas que toman
su título de la célebre novela cyber-punk de William Gibson. Plantean una analogía formal con la contribución de
Forrest Myers, estableciendo un
juego visual heredado del minimalismo formal de los años 60. Estas estructuras
pueden ser descargadas desde la web de LABoral para que cualquier persona
pueda realizar infinitas variaciones de las mismas.
- Moon Dance [Danza lunar],
alude a las diferentes vías por las que la historia se acaba convirtiendo en
mensaje. A través de monitores pueden verse las cortinillas e “intros” de multitud
de canales de televisión de los años 60 y 70 que retransmitieron la noticia de
la misión Apolo 12 en Alemania Occidental y Oriental. La intención es
resaltar la importancia de las decisiones corporativas tomadas en plena guerra
fría con los logotipos televisivos, los cuales estaban cargados de mensajes
ocultos.
“The Moon Museum” es, pues, una obra con un gran peso teórico, llena
de referencias y alusiones literarias, históricas y tecnológicas, que nos
invita al juego, al descubrimiento. Es un gran rompecabezas donde no hay una
respuesta dada de antemano. El espectador se convierte en constructor del
mensaje mientras sigue las pistas, como si de una gincana se tratase, en el
espacio expositivo.
Es la vuelta de tuerca definitiva
al concepto del museo fuera del museo.
El museo que viajó a la luna y volvió para meterse en las instalaciones de LABoral.
El museo dentro del museo.
También encontráis este artículo en la web de LABoral. En #LABlog.
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