Tengo que confesar que el
título de esta nueva entrada es un poco tramposo. No voy a dar
razones para justificar el porqué un museo debe ser social como hice en aquel post de octubre. Y es
porque, en mi opinión, que el museo sea social es algo tan obvio que
no debería siquiera cuestionarse. De todas formas, seguramente
volveré a retomar el asunto y habrá un "¿Por qué el museo debe
ser social? III". Es uno de los temas que más me motivan.
Este post, pues, lo que
pretende es dar claves para poder esclarecer cuándo un museo no es
social, e incluso, cuándo aún luciendo ese letrero en la entrada,
no debería considerarse museo.
Para no dar lugar a
confusión en conceptos, os facilito la definición de museo del
ICOM, que muchos de vosotros conocéis tan bien como yo. Esta es la
definición aceptada a nivel internacional que enmarca (o debería
enmarcar) los deberes y relaciones que el museo establece con el
patrimonio, con el visitante, con el marco legal, con la comunidad:
“Un museo es una
institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la
sociedad y abierta al público, que adquiere, conserva, estudia,
expone y difunde el patrimonio material e inmaterial de la humanidad
con fines de estudio, educación y recreo.”
Por lo tanto, aquí tenéis
diez pistas de lo que un museo no es (o no debería ser):
-Un lugar pensado
únicamente para el turista, que se gestiona con el dinero público de
la comunidad que lo alberga.
-Un lugar pensado sólo
para el entendido o el experto.
-Un lugar que vive de
espaldas a la sociedad que lo acoge, que no escucha, que no atiende
sus necesidades culturales.
-Un lugar en el que se
obtenga una visión histórica fragmentada, sectaria, condicionada.
-Un lugar que es usado como
lanzadera de profesionales del arte, la historia o la ciencia, o
gestores de lo público, sirviendo sólo a los intereses de éstos
mismos.
-Un almacén de obras de
arte.
-Un lugar donde hacer
negocio. No es un sitio en el que el dinero recaudado sirva para otra
cosa distinta a mejorarlo como espacio de aprendizaje y conocimiento
para todos.
-Un lugar en el que no se
puedan expresar opiniones, plantear nuevos discursos, hacer crítica
de la realidad.
-Un lugar que envíe
mensajes elitistas y alejados de la sociedad.
-Un lugar del que tú no
puedas formar parte.
Siempre es interesante y
necesario refrescar la memoria.