Volar... En la poesía, en los cuentos, en la imaginación colectiva el acto de volar nos remite a lo deseado, a lo querido, a nosotros mismos liberados.
Volar... Con los años el vuelo se convierte en algo lejano, algo prometido que no llega.
¿Llegaste a volar? ¿Volaste alguna vez? ¿Te hicieron volar? ¿Volaste sola o te impulsaron a hacerlo?
Hace mucho que no vuelo. Me di cuenta anoche. Tenía mucho calor con el edredón, que lleno de plumas que no sirven para volar, me tapaba.
No vuelo. Mis pies pesan, no se alejan del suelo aunque mi mente parece que quiere hacerlo.
Volar con la mente... ¿Es suficiente? ¿Nos consuela?
¿Corté yo las alas? ¿Fueron ELLOS los que las cortaron?
Ahora me enredo pensando. No, volar no se hizo para nosotros. No se hizo para mí...
....Y sin embargo, es lo que más ansío.
Tu texto me ha recordado un poema de la gran Laura Casielles. Te lo enlazo: http://leereluniverso.blogspot.com.es/2014/01/poesia-la-levedad-del-pajaro-laura.html
ResponderEliminarWow! Gracias! :)
EliminarOjala esos pies se despeguen de una vez
ResponderEliminarOjalá...
ResponderEliminar