Enfrentarse a la hoja en blanco es realmente duro. Más cuando es la primera vez que escribo sobre algo que no creo conocer del todo bien, o al menos, de primera mano. Nunca había asistido a una feria de arte, aunque por supuesto, he seguido las noticias sobre ellas.
No quiero perder de vista en mis opiniones que las ferias, junto con las subastas, son por excelencia el lugar donde el arte es verdaderamente mercado. No es que en el resto de lugares o instituciones no lo sea, pero quizá en ellas se hace verdaderamente patente y, por ello, no debemos olvidar que primarán las sinergias propias del mismo, por encima de otras que pudiéramos considerar como más "espirituales" o "emocionales". Y al final, el valor sentimental del arte, ¿no es un valor añadido?. A veces me lo planteo seriamente, después, miro una obra de alguno de mis artistas preferidos o algún recién llegado que me fascina, y vuelvo a creer que el arte es algo más. Que puede cambiar en algo el mundo. Ésta es mi lucha interna, la batalla entre el objeto de mercado y el significado emotivo y de diálogo del mismo. Puede ser que los que han conseguido copar los dos ámbitos sean los grandes. Puede ser, quizá....
En principio debo decir que la feria me gustó, pero que al mismo tiempo me pareció poco atrevida, nada de transgresión, nada de riesgo, una apuesta clara por lo "clásico": pintura, algo de instalación y poco más. Es lógico pues, en tiempos de crisis, las galerías supongo que apuestan por los valores seguros, por las ventas claras, pero... ¡estamos en el siglo XXI!!!!, ¿qué pasa con los pioneros?, ¿con los que innovan?, ¿con los artistas más singulares que experimentan?. ¿Dónde está el relevo generacional?. De todos modos, es imposible negar el placer de contemplar un Bacon, algo de Marina Abramovic, unas fotografías de Mapplethorpe, etc. Y como no, saber el precio. Esas cifras que hacen que los ojos se te pongan como platos y que entiendas por qué tú nunca pertenecerás a ese grupo tan selecto. Lo bueno es que tengo ojos y algo de criterio creo que también. La capacidad de sorprenderme, ser crítico o emocionarme, no me la quita nadie.
Comenzaré hablando de Eugenio Merino y su obra "Always Franco". No puedo decir que no esté lograda, conseguida, eso es obvio, pero a mi parecer, no aporta nada. Bueno sí, polémica. Me da la sensación de que se ha seguido el dicho "que hablen de mí aunque sea mal". Me parece absurdo todo el revuelo organizado entorno a la obra, que al final, tampoco me parece tan crítica. Hay obras menos escandalosas que son mucho más afiladas, denuncian mucho más, pero claro, no son tan directas. Te debes parar a mirar y reflexionar.
Eugenio Merino |
Hubo cosas que me hicieron sentir en casa, como la alegría de ver a "viejos" conocidos. Algunos que empiezan prácticamente su andadura y otros que llevan ya años luchando, buscando su sitio y que parece, lo van encontrando, cosa que me hace muy feliz. Entre ellos Javi Calleja, Santiago Ydáñez o Daniel Canogar.
Javi Calleja |
Santiago Ydáñez |
Daniel Canogar |
Dos obras, dos autores, que no conocía y realmente me sorprendieron muy gratamente. Una de estas obras fue "Carroña" de Javier Pérez en la galería Carles Taché. Me fascinó por su elegante crítica, poesía visual, atrayente. La otra, que creo, pasó desapercibida quizá para muchos y que me mí me pareció fantástica, delicada, elegante, es la obra "Me despido de ti III" de Jorge Mayet (galería Horrach Moyà). Artista cubano afincado en Mallorca. Algunas de sus declaraciones para el "Diario de Mallorca": "Pienso en imágenes y creo que las imágenes contemporáneas están basadas en la realidad pura y dura. No veo la diferencia entre pintura y escultura. La imagen es lo que prima en lo que cada uno quiere contar"
Javier Pérez |
Javier Pérez |
Jorge Mayet |
Quiero resaltar una galería colombiana, "El Museo", por algo lo latinoamericano está de moda. Buenísima calidad de obras y de artistas, como Juan Francisco Casas.
Juan Francisco Casas |
Juan Francisco Casas |
Muy interesante me pareció el stand de "El País" dedicado al graffiti. El que me gustara no deja de hacerme pensar sobre una cuestión: ¿Es necesario que un arte callejero se mueva en este tipo de eventos?, ¿no pierde así su sentido, su libertad, su capacidad crítica?. Ahí lo dejo...
Una obra a resaltar de Fernando Sánchez Castillo en la galería Juana de Aizpuru, es la siguiente instalación:
Fernando Sánchez Castillo |
Una imagen simple, clara, que nos evoca los cuarteles de la Guardia Civil (con todo lo que eso conlleva) y que está cargada de crítica irónica. No es tan llamativa como "Always Franco" por supuesto, pero ahí, en su rincón, es tan afilada como la otra, o más. Sacude, transmite a la perfección la idea. Podríamos calificarla de conceptual, pero el concepto es claro. Para mí, mucho mejor ésta, a todas luces.
Por último podría subir imágenes de los clásicos que había por todos lados, pero no lo considero necesario, ya que todos sabéis quiénes son y qué galerías los mostraban.
Pues para terminar, mi conclusión: ARCO valió la pena. Me gustó aún sin ser lo transgresor que esperaba. Los grandes son apuestas seguras y las galerías no están dispuestas a perder un euro. Una feria de arte comtemporáneo "clásico", pero de calidad, como no. Por otro lado, me encantó ver que había mucha gente joven, gente que parecía estar ahí como yo, sólo para observar y disfrutar, y de camino, aprender algo sobre todo ésto, que no es fácil. Así que en resumen, sí hay gente interesada por el arte contemporáneo y mucha. De todos los niveles además. Pero me preocupa una cosa. La accesibilidad. 40 euros de entrada es un precio prohibitivo para muchos de nosotros (estudiantes, personas en paro aunque profesionales del sector, etc). Yo me puedo dar con un canto en los dientes ya que entré, gracias a mis amistades dentro de estos espacios, con entrada VIP (¡yo VIP!!!!), pero me imagino la gente que le hubiera encantado ir y que no pudo por esta razón. Está claro, que no el arte en sí mismo, pero sí su mercado, su mundo, es elitista. Bienvenidos a esta partida de ajedrez. Los peones también sois importantes, aunque sea para hacer relleno.
Empezaré por la hoja en blanco, es duro sí, pero como decía la escritora Isak Dinesen no hay mejor historia. Por eso y por enfrentarte a ella para disfrute de tus lectores, vaya por delante mis felicitaciones....
ResponderEliminarCoincido contigo, Arco es Arco, un feria, un mercado, unas naves de compraventa de objetos, en este caso de obras de arte, y como toda feria tiene sus excentricidades. Quizás de todo lo leído estos días post Arco2012 lo mejor lo acabo de leer en tu post ”la feria me gustó, pero que al mismo tiempo me pareció poco atrevida, nada de transgresión, nada de riesgo, una apuesta clara por lo "clásico": pintura, algo de instalación y poco más”. Es por ello que quiero destacar mi coincidencia y así lo contaré en los próximos días. Mejor resumen imposible y similar opinión referente al bluf de Merino, la genialidad de Canogar y de Ydañez, y del Iniciarte Juan Francisco Casas.
Mejor imposible, antes de acabar un “pero”, no seria yo si no lo hiciera, tu post me gusta pero después de leerlo, lo de novata en Arco no hay quien se lo crea. Felicidades¡
Gracias!!! Jo, siempre me animas a seguir escribiendo. Yo soy ésta, y ésto es lo que quiero escribir, decir, por lo que me hace muy feliz que compartas visiones y opiniones conmigo. Ya no seré más novata, después del sábado ya no. Besazos!
EliminarGracias por la referencia y por excelente artículo. Todo un placer leerte.
ResponderEliminarUn saludo.
De nada! Debo reconocer, que no sabía tu obra y me siento afortunada por haberte descubierto, así que, gracias a ti!. Te sigo de cerca en twitter.
EliminarSaludos!
Muy buena reflexión Laura. Una primera vez es sorprendente, es lógico. Para mí era la cuarta visita a ARCO, y me pareció la peor. Quizás antes iba con una mirada más placentera y todo lo que veía me sorprendía, mi ojo no estaba 'habituado'... Pero esta edición entre los clásicos y las pocas sorpresas se podría definir en pintura de 4 trazos, clásicos, espejos, pocas instalaciones, fotografías vacías, y . Lástima no pudieras venir a JustMad, de verdad que da gusto ver a galerías jóvenes que con mucho menos espacio son capaces de traer buenas obras y de sorprenderte a cada paso. Haré un post en cuánto disponga de un poco de tiempo y compartiré lo que ví en JustMad. Un abrazo y felicidades nuevamente por tu reflexión!
ResponderEliminarGracias Pilar! Sí, es como tú dices, justo eso opino yo también pero no tengo con qué comparar. Pues si que me ha dado pena lo de JustMadrid, pero espero tu post!!!
EliminarBesazos!
Laura, en primer lugar felicidades por la reflexión, ¡yo aún no he tenido narices de ponerme!
ResponderEliminarMe encanta este apunte de la lucha interna entre el arte como objeto de mercado y el arte como algo un poco más "espiritual", me siento muchas veces así, sobretodo cuando visito ferias o alguna exposición de discurso dudoso pero una obra reclamo para el público. Cosas de la crisis supongo...
Coincido con Pilar, para mi también ha estado la peor edición de las que he asistido en cuanto a "aire fresco" se refiere, todo fueron apuestas muy seguras.
Y lo de Merino con Franco, bien... coincido contigo con lo de "mucho ruido y pocas nueces", la verdad es que me parece una obra de lo más pop. Y punto.
A Jorge Mayet lo descubrí el año pasado también en ARCO con esta obra: http://www.flickr.com/photos/txusks/5459163745/in/photostream/ que me encantó!
De nuevo, felicitades por el post y a ver si me animo a seguir tus pasos. Un beso!
Anna
Gracias Anna! Me costó escribir porque el entorno en el que yo me he movido, del que entiendo, son los museos. No sé por qué, me resulta agresivo este otro entorno y siento que, claro, en esto se me escapan cosas. Más siendo mi primera vez. Pero vamos, se ve que estamos todos de acuerdo! :) Ahora miro el link de Jorge Mayet. Me encantó su obra. Tan sutil, delicada... se echa de menos de vez en cuando algo amable. Ponte con tu post que estoy deseando leerlo!.
EliminarBesazos!