jueves, 29 de diciembre de 2011

FELICITACIONES Y DISCULPAS

Querid@s tod@s:


Me encuentro bastante difusa con esto de las navidades, por ello, quiero dejar que pasen las fiestas para escribir algo con fundamento. De camino, espero que hayáis pasado una estupenda Navidad y os deseo lo mejor para el 2012.


Prontito retomo. Abrazos.



lunes, 19 de diciembre de 2011

Capítulo 7. SEGUIDORES Y SEGUIDOS.

  La idea para este post me vino de diferentes lugares. Por un lado, el artículo de "El País" basado en el estudio que había realizado el portal Dosdoce sobre museos y redes sociales. Por otro, el curso al que asistí en el Museo Picasso Málaga, los días 17 y 18 de noviembre, titulado "Redes sociales y museos: reputación y credibilidad en la red", y en el que Javier Celaya, socio-fundador de Dosdoce, hablaría de éste y otros temas relacionados en su ponencia (Link de Cultopía Gestión Cultural donde están colgados los audios de las ponencias). Por último, el artículo de Dosdoce  "Conexiones entre museos en las redes sociales",  que es el resultado de una investigación en la que han seguido la actividad en las redes sociales de 50 museos, centros de arte e instituciones culturales españolas.

  Pues bien, sí, los museos están en las redes sociales, principalmente en Twitter y Facebook y es hoy, a diferencia de unos años atrás, cuando verdaderamente las usan. Han pasado de la página web en la que se muestran contenidos de forma unidireccional, a ampliar su presencia con perfiles en estas redes 2.0., pero, ¿han cambiado su discurso?.

  Si algo sacamos en claro del curso "Redes sociales y museos", es que el lenguaje 2.0. se está elaborando en este preciso momento, por ello, damos palos de ciego todos, pues no hay aún un código específico, una formulación idónea que nos haga tener éxito y cumplir con nuestros objetivos. Aún así, cabe tener claro diferentes aspectos:

-Una institución cultural debe marcarse unos objetivos concretos, unas directrices que marquen su presencia en las redes. 
-Deben tener presente que, en una red 2.0. es básica la interacción con sus seguidores y fans (para informar exclusivamente ya están las páginas web). 
-Es necesario escuchar y hacer partícipes a sus seguidores, pues la comunicación es enriquecimiento.
-Aprender de las estrategias fallidas es una forma de avanzar, y no sólo de las nuestras, sino también de las de otras instituciones con intereses y contenidos semejantes a los nuestros, con las que además, debemos mantener un contacto, buscando nexos de unión, de debate, de esfuerzos comunes.

  Hasta ahora y todavía hoy, hemos trasladado los códigos y formas de actuar de la realidad, o si queréis, de lo analógico, a lo digital. Pero es hora de que nos demos cuenta que las redes son otra cosa. En mi opinión, una de las transformaciones básicas es la democratización y el potencial de cada uno de nosotros en ellas. Allí no hay jerarquías ni clases, por lo que cada usuario es susceptible de atraer seguidores y generar contenidos altamente interesantes para el círculo en el que se mueve. Este es el gran fallo de las instituciones. Llegan a Twitter o Facebook con el atril a cuestas, esperando que ellos hablen y todos callen y escuchen, pues ha hablado la autoridad. ¡ESTO ES UN GRAVE ERROR!. Como digo, hay mucha gente que dice cosas muy interesantes, tanto o más que las instituciones, es más, las instituciones ¿quienes las forman?. La sabiduría, ahora más que nunca, en un mundo donde das una patada a una piedra y aparecen mil personas con estudios superiores en paro, no pertenece sólo a las instituciones y universidades. De hecho, creo que no debemos caer en el error de igualar estudios superiores con sabiduría. En las redes sociales, la encuentras por ejemplo con un follow inesperado. No digo que no haya que seleccionar. Obviamente sí hay que hacerlo, pues por muy interesante que sea la física cuántica, yo no entiendo ni jota y quizá no me apetezca entrar en debates sobre ello. Pero esta selección, ¿en qué se está basando?. Está claro que si eres crítico, comisario, galerista, periodista cultural, etc de renombre a estas instituciones le interesas. ¿Y su público?. Aquellos que hacemos que el museo tenga sentido porque sin visitantes no hay museo, ¿esos le interesan?. La respuesta que dan en el artículo de Dosdoce es, en líneas generales, NO. Por supuesto hay ejemplos de instituciones y museos que sí se interesan por sus seguidores con excelentes resultados. Bien, ¿a qué esperan para aprender de ellos?. Además, pienso que hay que añadir aquí a todos aquellos profesionales (VIP's) que, incluso te agradecen abiertamente que los sigas, pero que no devuelven el follow. Yo me imagino que en su interior piensan: "¡Qué bien!, ¡cuánto vas a aprender de mi y de mis interesantes ideas!". En ocasiones te diriges a ellos, puede ser que hasta felicitándolos por algún comentario o escrito, pero nunca responden (se oyen grillos en la lejanía). ¿Es esta la actitud?. No quiero que me malinterpretéis. Yo no pienso que mi yo cibernético deba interesar a todo el mundo, por supuesto que no. Doy las gracias a los que me siguen, y si te sigo es, sin duda porque creo que tenemos algo que compartir, cosas en común, podemos establecer un diálogo. Pero, que no me lo niegue nadie, cuando no responden o no te siguen aquellos a quienes consideras puntos de referencia en tus intereses, fastidia. Por ello, y de esto también se habló en el curso, cuando una institución, museo o profesional te sigue y dialoga contigo, nace la empatía. Uno siente que lo que dice interesa, y eso es gratificante.

  Quiero citar a Antonio Rodríguez de las Heras, Catedrático de la Universidad Carlos III, que me inspira y me enseña el camino dentro de las redes sociales con sus brillantes reflexiones. Todo un ejemplo de sabiduría, humildad e interacción:


Las redes sociales son el resultado de una prometedora intervención urbanística en la megalópolis de la red


"La actuación urbanística ha demolido algunas manzanas de viejas edificaciones,
con calles estrechas por donde sólo se podía pasar,
y ha dejado un espacio despejado y abierto,
que pronto se ha convertido en un lugar de afluencia y encuentros espontáneos:
una plaza.


A los lados de la plaza se mantienen
entre altivos e incómodos,
nobles edificios con sus escalinatas y pórticos.


Dentro de ellos está
el púlpito,
la cátedra, 
la tarima,
el escenario...
La gente entra impresionada por la magnificencia del edificio,
y escucha y ve lo que llega desde estos lugares destacados.


Pero ahora
y cada vez más,
la gente comienza a quedarse fuera,
en la plaza,
de la que sale un rumor,
que no es ruido,
de incontables corrillos,
en los que se arremolina esta marea humana
que llega por todas las calles que desembocan en la plaza.


Desde los imponentes edificios,
aunque ya con algunas vergonzosas grietas,
se contempla con inquietud este reflujo de asistentes a sus ceremonias.


Ya no funciona el desperdiciar lo que sucede en la plaza,
y cerrar puertas y ventanas
para que no perturbe lo que los de dentro llaman ruido,
y no rumor,
de la plaza.


Por eso algunos se han decidido a bajar a la plaza,
pero con sus púlpitos,
cátedras,
tarimas, 
escenarios.


No es esto.
Porque lo que tienen que dejar allá arriba,
tras las grandes y sólidas puertas,
son el púlpito, la cátedra, la tarima, el escenario..."


Plaza: Bajo todas las mañanas a la plaza Twitter y me sumerjo en su rumor


"Bajo todas las mañanas a la plaza,
siempre abigarrada,
y me muevo entre los incontables corrillos
que como remolinos de agua o de polvo
se forman por todas partes.
Se habla en ellos de todo lo divino y humano,
Me llegan ráfagas de sus conversaciones, anuncios, prédicas, chanzas...
En ocasiones me detengo por curiosidad,
aunque mi destino cotidiano son unos cuantos escalones desgastados,
pero a la sombra,
donde coincido con quienes acuden también a este punto de la plaza.
Conversamos sin tiempo,
mientras nos envuelve el rumor de miles de conversaciones ininteligibles.
No hay ruido perturbador,
muy al contrario: es acogedor,
como el de la orilla del mar.
Si desapareciera,
enmudeceríamos, sobresaltados, también nosotros.
El escenario de la plaza,
con su gente,
sus tenderetes,
sus edificios poderosos y agrietados,
su sol esplendoroso...
todo seguirá ahí,
pero sin palpitar".

Después de esta maravillosa metáfora, no debo añadir nada más. Queda dicho todo.



lunes, 12 de diciembre de 2011

La Exposición Expandida. Sala 9. La ciudad como espacio de reivindicación a través del arte: la performance.

  Como ha quedado demostrado a través de las diferentes salas de la Exposición Expandida, la ciudad es, desde sus inicios, el lugar donde la persona se relaciona socialmente, comprende la realidad en todos sus aspectos, crea sus códigos de comportamiento, éticos, morales, etc. Por ello, la ciudad será además, donde se discute, se lucha, se critican conceptos que habían sido válidos hasta un determinado momento, para que sea ella misma,  la que avance hacia un nuevo código de comportamiento.


  A finales de los años 60 del siglo XX hubo un despertar de conciencias en la juventud de un mundo cada vez más globalizado. Acontecimientos históricos como la guerra de Vietnam consiguieron que estos jóvenes criticaran y pusieran en tela de juicio conceptos hasta entonces aceptados y que regían el comportamiento común. Es el nacimiento de los movimientos como el estudiantil, hippie, pacifista, el punk y el momento en el que saldrán a la palestra las reivindicaciones de los grupos minoritarios, los cuales, no se sentían representados en el espacio público, como los negros y chicanos en Estados Unidos, o las feministas.


Guerrilla Girls


  La mujer, tratada como minoría, no en número, claro está, pero sí en peso y representación social, alzó sus reivindicaciones contra la opresión machista que estaba sufriendo, no sólo en la escena pública, sino también, en el ámbito privado y familiar. Las feministas querían y quieren, cambiar la realidad desde sus más ancestrales y atrasados conceptos. Gritan que la sociedad patriarcal y los valores dados culturalmente a lo masculino y femenino están obsoletos. Es necesario  reinventar la realidad para que el ser humano, sin que importe el género, pueda desarrollar todo su potencial, sea en el ámbito público como en el privado. No buscan la supremacía femenina, sino la igualdad de géneros. En palabras de Celia Amorós, filósofa y teórica feminista:


  "Las mujeres tenemos todavía mucho que pensar y dar que pensar para salir del lugar de lo no-pensado. Del lugar del no-reconocimiento, de la no-reciprocidad, por tanto, de la violencia. El feminismo (….) es un proyecto de reconstrucción de la realidad social sobre la base de nuevos e insólitos pactos… Pactos donde lo pactado –y, por ende, lo excluido como sujeto activo del pacto– no fueran las propias mujeres como genérico. Una sociedad, en suma, no constituida por pactos patriarcales”.


  Las feministas usaron el arte como medio de transmisión, crítica y revisión de ideas. No es de extrañar la elección de la performance. Un medio de expresión artístico que era vanguardista y experimental en ese momento, y que tenía la virtud de hacer partícipe al público, de impactar, de transgredir, lo que iba en total consonancia con sus intenciones, siendo además, un arte efímero, realizado en un lugar e instante concretos, características que le hacían difícilmente institucionalizable. 


  Esto nos lleva a una paradoja: ¿se puede hacer una exposición de un arte “instantáneo”?. La respuesta es no, así que esta muestra, como las “reales”, usará las fotos y vídeos de esas acciones. La única cosa material que queda de ellas. Su recuerdo.


  Estas artistas abanderaron el lema feminista “lo personal es público”, y denunciaron en sus performances temas como la violación o el maltrato. También, como dueñas de su cuerpo y en total autonomía, lo alejaron del lastre del cuerpo-objeto sexual, para convertirlo en cuerpo-sujeto, transformarlo, e incluso mutilarlo. Mi cuerpo es mío y a través de él me libero de la condición de oprimida. En este sentido, la performance feminista diluye los límites con otras manifestaciones artísticas que, en aquel momento, eran también experimentales como la vídeo-creación o el body art.


  Las acciones tienen lugar en contextos urbanos, bien en la misma calle o en instituciones culturales, como universidades, galerías de arte o museos, siempre que éstos dieran libertad de actuación y significado.


                                           
                                                             Esther Ferrer “Se hace camino al andar” Río de Janeiro 2007




  Una de las máximas preocupaciones de estas creadoras es la interacción con el público, pues es la manera de hacerlos partícipes de sus denuncias, de transmitir sus ideas. Éste en ocasiones participará incluso sin saber que formaba parte de una obra de arte. Otras, el asistente comparte y apoya el discurso expuesto, colaborando activamente.


Emma Villanueva “Pasionaria” Ciudad de México 2002


  Deliberadamente las artistas feministas situaron sus obras en su experiencia social como mujeres y partieron de la aceptación de que la experiencia femenina es diferente a la de los hombres pero igualmente válida, aunque para ello, debían de redefinir la “identidad”. Se debía redefinir la palabra mujer, y no sólo como individualidad, sino como colectividad.


  Numerosas artistas han seguido esta senda. A continuación hablaremos de algunas de ellas. Sus obras van desde las acciones más críticas y radicales, hasta la poética de las imágenes, por ello, si bien podemos dividir estas performances en diferentes tipos, como las que denuncian abusos, las que son una búsqueda y reivindicación del yo individual, las que transforman el cuerpo y experimentan con él o las que realizan metáforas mujer-madre tierra, en muchas ocasiones será difícil de concretarlas en un solo grupo, ya que se pueden dar varios tipos en una sola obra, o bien, saltos de uno a otro en la producción artística de una misma mujer. Conviene señalar que algunas de las siguientes imágenes y vídeos pueden herir la sensibilidad del lector/espectador.




Marina Abramovic (Belgrado 1946): Se ha llamado a sí misma “la abuela de la performance”. Desde sus primeras obras, en los años 70, Marina investiga a través de su propio cuerpo sobre la esencia del “ser” y la conexión entre cuerpo y mente, llegando a automutilarse. Ha reflexionado sobre el hecho artístico, la obra y el artista. En sus performances la interacción con el público es primordial, en algunos casos, dejándose hacer por él a su antojo. Busca un método que a través del arte, haga a la gente más libre.



 “Rhythm 10” 1973 


                                                     “Art must be beautiful, Artist must be beautiful” 1975


“Rhythm 0” 1974
                                                            




Valie Export (Linz 1940): En sus comienzos artísticos colaboró con los accionistas vieneses a los que abandonó por considerar que sus performances perpetuaban la idea machista de inferioridad de la mujer. Sus acciones reclaman la libertad individual, la crítica a la sociedad patriarcal, la reinvención del rol femenino desde la libertad e igualdad con el hombre. Sus obras han sido de las más radicales, haciendo al público partícipe de ellas de forma inconsciente, corroborando e ironizando sobre los roles del macho dominante.


“Genital Panic” Múnich 1969
  En esta obra, Valie vestida de lo más punk, entraba en un cine X de Múnich, cargada con una metralleta en mano (símbolo fálico) y con la zona púbica al descubierto, gritando al público que había unos genitales femeninos disponibles y que podían hacer con ellos lo que quisieran:


  "Pasé de fila en fila, lentamente, mirándoles a la cara. No me movía de modo sensual. Cuando avanzaba de fila, la metralleta que llevaba colgada del hombro apuntaba a la cabeza de las personas sentadas en la fila anterior. Tenía miedo y no tenía ni idea de qué podían hacer. A medida que iba descendiendo por la platea, las personas que ocupaban las filas anteriores se levantaban y salían del cine. Fuera del contexto de la película, les resultaba totalmente distinto establecer una conexión con ese símbolo erótico" . Valie Export, entrevista con Ruth Askey 1981.



                                                                     “Touch cinema” Múnich 1968


  Acompañada por su pareja, Valie sale a la calle con el pecho desnudo metido en una caja con cortinas. Ambos animan a los transeúntes a meter las manos y tocar, pero sin mirar, como ciegos. La mujer es la que decide ser objeto e ironiza con las actitudes de los hombres que colaboran.



“Body configuration” Viena 1972-6


“Body configuration” Viena 1972-6




Suzanne Lacy (California 1945): Comenzó a trabajar en los 70 usando, desde la experimentación, la performance. Sus acciones están íntimamente relacionadas con la antropología, pues reivindica los intereses públicos de los grupos sociales con los que trabaja (mujeres, etnias, etc). Pretende hacer socialmente visibles a estas personas e indaga sobre la mejora de sus condiciones a través del arte de acción, por ello, la colaboración con el público es esencial. La denuncia de abusos machistas, la reflexión sobre el cuerpo femenino y cómo introducirlo en las esferas públicas y privadas, es uno de los temas recurrentes en su obra.



 
                                                     “In Mourning and In Rage” Los Ángles, 1977


 Delante del ayuntamiento de Los Ángeles, se llevó a cabo esta performance denunciando las 10 violaciones de un criminal que seguía suelto y la manipulación informativa de algunos medios.




"Crystal Quilt Project " Minneapolis 1987


"Crystal Quilt Project " Minneapolis 1987


  En este proyecto, Suzanne Lacy en colaboración con varias artistas, realizó un estudio que culminó el día de las madres. En una gran sala, 430 mujeres entorno a los sesenta años, conversaron de sus vivencias colocadas en sillas y mesas que dibujaban los motivos de un gran edredón.




Sigalit Landau (Jerusalén 1969): En esta artista multidisciplinar, su origen israelí deja una importante huella. En sus obras experimenta e investiga sobre las fronteras, no sólo geográficas, sino físicas y de identidad. Algunas de sus creaciones tocan de lleno el arte feminista, el accionismo vienés o el body art. La búsqueda de la concepción propia, de la individualidad, de la relación con el cuerpo (femenino) en lugares donde los conflictos bélicos anulan la personalidad, se convierte en poética y en transgresión a lo largo de su trayectoria.



 “Barbed Hula” Tel Aviv 2000


 “Barbed Hula” Tel Aviv 2000


                                           Ver la vídeo-performance "Barbed Hula" Sigalit Landau 2000


  “El comprometido acto de unir lazos entre vida y arte como un medio de comunicación directa acerca de las relaciones entre la identidad individual y colectiva, así como entre la experiencia personal y la situación sociopolítica de su país”. Katrin Steffen. Catálogo de "La Collection Nouveaux Médias", Pompidou 2006.




Ana Mendieta (La Habana 1948- Nueva York 1985): Exiliada de su país en 1961, Ana vivirá y se formará como artista en Estados Unidos, donde tomó contacto con la performance, la vídeo-creación, la fotografía y el body art. El cuerpo de la mujer, el suyo propio, será la obsesión en sus obras. Sirviéndose de él denuncia el maltrato machista, el abuso, la violación, pero al mismo tiempo, es un templo sagrado, el origen de la vida. En sus creaciones se preocupa más por el proceso y el material (su cuerpo) que por el resultado estético. Sus acciones abarcan cualquier tipología de arte feminista: crítica a la sociedad patriarcal y la exclusión de minorías, experimentación corporal, búsqueda de la identidad, metáfora mujer-madre tierra. Su obra es poesía en imagen. Es la artista feminista total.



 "Untitled (body tracks)" 1982


 "Glass on Body" 1972



 “El árbol de la vida” e “Imagen de Yagul” años 70

“Rapes scenes” 1973


Film stills from "Untitled (Blood Sign #1)" 1974



  Hoy en día la performance, sea de índole feminista o no, parece haber perdido la frescura, la originalidad y la personalidad que tenía en estos primeros ejemplos. El haberse acomodado a un lenguaje ya creado, o quizá, el haber sido totalmente incluido dentro de las instituciones artísticas, ha supuesto que se repitan fórmulas, estéticas, significados y contenidos, dando como resultado un arte frío, que deja en ocasiones, con la sensación de vacío. Como en todo, tenemos ejemplos que demuestran que todavía se puede seguir investigando, innovando, reinventando. El colectivo artístico multidisciplinar LRM performance (página oficial de LRM performance), continúa bebiendo de los grandes del arte de acción, pero al mismo tiempo, abren sus experiencias hacia un lenguaje propio, cuidado, elaborado (ir al canal vimeo de LRM performance).


  Las feministas de los años 60 y 70, querían cambiar la realidad. ¿Lo consiguieron?. Miremos a nuestro alrededor: mujeres asesinadas por sus maridos casi a diario; otras que, aún teniendo trabajo, su jornada laboral no acaba cuando salen de él, sino que llegan a casa y vuelta a empezar, pues las tareas domésticas siguen siendo “una cosa de mujeres”; mujeres que cobramos menos por hacer mismo trabajo que un hombre, etc. ¿Y en el mundo del arte?. Hemos hablado hasta ahora desde el punto de vista de las creadoras, pero ¿y en el de la gestión?, ¿en los museos y galerías?, ¿en la enseñanza artística universitaria?, ¿se nos ha incluido dentro de la historia del arte o de cualquier otra historia?. Sí, es cierto que en plantilla suele haber más mujeres que hombres, pero ¿en los puestos de responsabilidad?. ¿Quiénes son las cabezas visibles de este mundo del arte?.

  Ser feminista es simplemente aplicar la lógica, el sentido común. Y por supuesto, no es una cosa únicamente de mujeres, sino de la sociedad en su conjunto. No hace falta militar, solamente ser conscientes (hombres y mujeres) de lo que valemos, de que tenemos una voz que nadie debe acallar sea cual sea nuestro ámbito.


  En el manifiesto “Riot Grrrl” (bandas punk feministas), se dice:


  “Ser riot es hacer, pensar...como una mujer que quiere hacer valer sus derechos, que demuestra al mundo lo que sabe y, sobre todas las cosas, lucha”.


Bikini Kill “ Rebel girl”



jueves, 8 de diciembre de 2011

Capítulo 6. ¿ARTE DIGITAL O ARTE DIGITALIZADO?

Unos días atrás, @camilayelarte, @AguedaBeatriz y yo, tuvimos una interesante charla motivada por el siguiente artículo de Elena Vozmediano "Una colección en la pantalla". La galería on-line http://www.seditionart.com está poniendo a la venta obras de grandes artistas como Damien Hirst, Tracey Emin o Bill Viola, a un precio que oscila entre los 6 y los 600 euros. Independientemente de los problemas o defectos que ya detecta Elena en su post, sería normal plantearse otros: ¿tiene sentido pagar por una obra real digitalizada?. Las obras que en esta galería están a la venta son obras que "existen" fuera de la red, realizadas en materiales no digitales. De hecho puedes, si tienes dinero, comprar estas obras en una galería "real" para colgarlas en la pared "real" de tu casa. Entonces, estamos pagando, no por una obra, sino por la imagen digital de ésta. ¿Para qué pagar por una imagen si puedes encontrarla en internet, descargarla y usarla incluso con mayor calidad?. Sí, puede ser que aquí entremos en un terreno ilegal pero en cualquier caso, el uso tanto de la imagen que has comprado en esta galería como el de la que te bajas de internet, es principalmente personal y no con fin lucrativo.

Todo esto me lleva a reflexionar sobre lo poco desarrollado del lenguaje digital dentro del mundo del arte, pues, todavía hoy, seguimos trasladando lo real a lo digital. Podemos verlo en las visitas virtuales de los museos, que normalmente son recorridos exactamente iguales a los que haríamos al museo en nuestra visita en persona. Podemos andar por las salas, mirar una obra de cerca, hacer un recorrido, pero aún no se ha creado una solución válida para que estas visitas sean realmente por y para la red. Esto es exactamente lo que ocurre en la galería de la que hablamos.

Debemos tener en consideración que ya existe un arte digital o net.art. Un arte que ha nacido dentro de la red, realizado con sus instrumentos y su lenguaje, y que no tiene sentido (además, no existe) fuera de ella. En este caso, pagar por una obra digital, sí sería lo idóneo, ya que compras la obra, no la imagen de ella. Para saber un poquito más sobre net.art os recomiendo el blog: Net.art: un espacio dedicado a este arte que vuela por la red. En España, desde 1990 se celebra un festival de arte y cultura digital que se ha hecho ya un nombre a nivel mundial y que se preocupa por difundir, reflexionar y mostrar este lenguaje digital. Se llama Artfutura y aunque comenzó en Barcelona, ya se ha extendido por ciudades de España y el extranjero.

Por lo tanto, ¿qué opináis?: ¿es lícito vender imágenes digitales de obras reales, o es un timo?, ¿debemos apoyar y considerar como válido el arte digital?, ¿es por él por el que deberíamos pagar y no por el arte digitalizado?.

Sobre el papel de los museos, el arte contemporáneo y las nuevas tecnologías ha investigado Nuria Rodríguez Ortega, Directora del Departamento de Historia del Arte en la Universidad de Málaga, Doctora en Historia del Arte y Especialista en Humanidades Digitales. Su ponencia en el I Simposio Internacional de Museología Crítica realizado en Málaga en junio, al que asistí, trataba estos temas. Está publicado en revistas especializadas de la Universidad de Zaragoza y Málaga, aunque yo aún espero que me faciliten la referencia. Cuando la tenga os hago saber.

Yo, como no tengo dinero para comprar ni obra digital ni real, de momento me estoy haciendo mi colección de imágenes "piratas" bajadas de internet con los artistas que más me gustan. Os animo a que hagáis lo mismo, pues al menos, es una forma de coleccionismo gratuita e interesante.